Este ex viceministro de Defensa está entre los que ordenaron el asesinato “sin dejar testigos” de los sacerdotes Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín Baró, Segundo Montes, Juan Ramón Moreno, Amando López y Joaquín López y López. El horrendo crimen también acabó con la vida de sus colaboradoras Elba y Celina Ramos.
El caso permanece impune. En una pantomima de juicio efectuado en 1990 fueron condenados algunos autores materiales, que luego fueron absueltos por la ominosa Ley de Amnistía; y recientemente la Sala Constitucional impidió que los demás ex jefes militares involucrados fueran extraditados a España para comparecer ante la Audiencia Nacional.
Los mismos magistrados (Belarmino Jaime, Rodolfo González, Florentín Meléndez y Sidney Blanco) que en julio de 2016 declararon inconstitucional la Amnistía, en agosto de este año decretaron improcedente la extradición de los 17 ex militares requeridos por el juez español Eloy Velasco.
Por eso la extradición de Montano es por ahora la primera ventana de justicia en este caso emblemático de delitos de lesa humanidad cometidos por el Ejército y los escuadrones de la muerte de la extrema derecha antes y durante la guerra civil.
Mientras tanto, la UCA insistirá en enjuiciar a los compañeros de Montano en el país. Esta semana las autoridades universitarias solicitaron la reapertura del caso en un tribunal de San Salvador.
En la impunidad también están el Magnicidio de Monseñor Óscar Arnulfo Romero y espeluznantes masacres como las de El Mozote, El Sumpul, de los dirigentes del FDR, ente otras. Por la masacre de El Mozote ya se realiza un histórico juicio que procesa a varios ex altos mandos militares, entre éstos al ex ministro de Defensa Guillermo García.
Volviendo a la extradición de Montano, ojalá que éste testifique contra los mayores autores intelectuales, entre los que podría estar el ex presidente Alfredo Cristiani y los oligarcas que daban órdenes a los militares.