Tal afirmación es irresponsable y demagógica, porque los 30, 40 ó 50 millones de dólares que podrían obtenerse revisando y depurando algunos gastos gubernamentales son insuficientes para cubrir el desfinanciamiento presupuestario de 550 millones.
Seguramente el Ejecutivo debe reducir salarios obscenos como el del presidente de la CEL y otros altos funcionarios. Hay que revertir gastos prescindibles, por transparencia, equidad y eficiencia en el manejo de los fondos públicos; pero eso no es solución al desfinanciamiento presupuestario y déficit fiscal, como falazmente sostiene ARENA.
La solución permanente, integral y estructural a dicho problema pasa por – al menos – tres medidas urgentes: combatir la evasión tributaria, impedir la elusión y aprobar una reforma fiscal progresiva donde “paguen más quienes tienen más”.
Para combatir mejor la evasión – que ronda los 1,800 millones de dólares según Oxfam – se necesitan reformas a los códigos Tributario y Penal, la Ley de Cobro Coactivo y otras disposiciones legales que los diputados de ARENA y demás partidos de derecha no quieren aprobar. Reduciendo en un 33% la evasión se tendrían los 550 millones para el presupuesto del 2018.
La elusión se eliminaría al derogar o reformar la veintena de leyes que contienen exenciones, incentivos y privilegios fiscales para empresas que no los necesitan. Las leyes de Inversiones, Zonas Francas, Turismo, Servicios Internacionales y otras deben ser revisadas con urgencia.
Y la reforma fiscal progresiva incluye impuestos directos al patrimonio, a la gran ganancia empresarial, a los bienes y servicios de lujo, a las grandes transferencias financieras y otros impuestos directos a los ricos.
Estas tres urgencias de país evaden los diputados areneros – y sus socios de los demás partidos conservadores – con su discurso sobre la “reducción del gasto”. Como fiel defensor de evasores y elusores, el bloque ARENA-GANA-PCN-PDC prefiere reducir la inversión social, quitar subsidios a los pobres o incrementar el IVA a los consumidores.
Así, pues, el discurso de ARENA – y sus acólitos gremiales, oenegeros y mediáticos – sobre la reducción del gasto público como alternativa al déficit presupuestario es falaz, irresponsable y demagógico. El pueblo debe exigir combate a la evasión y la elusión, y reforma fiscal progresiva.