Eugenio Chicas lamenta la falta de acuerdos con la derecha oligárquica. “Es palpable que contamina nuestro aire de desarrollo una visión conservadora e ideologizada de un fuerte sector corporativo de ARENA, con intereses electoreros de corto plazo que exhibe desinterés y falta de compromiso para aportar soluciones a los problemas fundamentales”, señala el texto publicado ayer en el periódico digital Transparencia Activa.
El secretario presidencial detalla que “ha sido difícil coincidir en acciones concertadas que conduzcan a soluciones concretas; (porque) producir acuerdos exige un clima mínimo de confianza, voluntad expresa, interés genuino por el bienestar de la población”. Y tales características y actitudes, según Chicas, no posee el principal partido opositor.
(Por tanto), “si el camino del diálogo con la más rancia oposición no tiene nuevos avances, debería valorarse el impulso a un nuevo espacio de correlación progresista de carácter amplio que empuje y obligue a alcanzar acuerdos en función del interés nacional”, propone Chicas.
El vocero presidencial sostiene que “salir del estancamiento exige acciones que sobrepasen el discurso político y recuperen la confianza de la ciudadanía crítica cada vez más hastiada y cansada de la confrontación estéril, pero que no tiene mayores espacios para determinar o abonar a un desenlace favorable para sus intereses”.
La acertada propuesta de Chicas debería ser asumida por el gobierno y el FMLN, y convocar de inmediato a todos los sectores revolucionarios, progresistas, democráticos y decentes del país a hacer frente común contra la derecha oligárquica para obligarla a contribuir a resolver la crisis fiscal, la deuda previsional y demás problemas urgentes. Es lo que hemos venido proponiendo en este espacio editorial.
Lo planteado por el portavoz presidencial corregiría la fallida estrategia gubernamental que cometió el error de poner todas sus cartas en la negociación con ARENA y no implementó un plan de acciones jurídicas, políticas y mediáticas para presionar al partido oligárquico.
Ojalá el Presidente Salvador Sánchez Cerén escuche a su secretario de Comunicaciones y esta misma semana convoque a una mesa de diálogo fiscal con todos los sectores políticos, sociales, empresariales, académicos, religiosos, y no sólo a ARENA; y alrededor de esta mesa articular una real alianza gobierno, pueblo y partido para presionar a las élites apátridas que quieren llevar al país a la bancarrota.
Esto debió hacerse hace tres años. Sin embargo, es mejor tarde que nunca.
Que así sea.