Éstas son palabras de Óscar Beltrán, miembro de Radio Victoria, en un célebre encuentro realizado ayer en el local de esta emisora comunitaria para reflexionar sobre la lucha antiminera y celebrar la aprobación de la ley que prohíbe en forma definitiva la nociva industria extractiva.
En la reunión participaron líderes comunitarios de Cabañas, miembros de la radio y representantes de la Asociación de Desarrollo Económico Social (ADES), ONG de la zona que acompañó la resistencia comunitaria contra los proyectos de la transnacional minera Pacific Rim/Oceana Gold.
La minería de metales fue proscrita el pasado 29 de marzo, mediante una ley aprobada por todos los grupos parlamentarios de la Asamblea Legislativa. La normativa -resultado de doce años de lucha social y la presión de la Iglesia Católica en los últimos años – convierte a El Salvador en el primer país que prohíbe la exploración y explotación minera.
Una buena noticia para la Madre Tierra y un mensaje de aliento para todas las comunidades, organizaciones y movimientos que luchan contra el extractivismo en América Latina y el mundo.
Sin embargo, aún quedan desafíos. En el encuentro en Radio Victoria, se plantearon algunos: que Pacific Rim/Oceana Gold pague los 8 millones que ordenó el CIADI y se vaya; que la Fiscalía procese a los autores intelectuales de los asesinatos de los ambientalistas Marcelo Rivera, Dora Sorto y Ramiro Rivera; y que la Asamblea haga una reforma constitucional que prohíba la minería.
Las comunidades, organizaciones y medios alternativos se proponen también impulsar la aprobación de otras normativas ambientales urgentes, sobre todo la ley de agua, dado el grave deterioro de los recursos hídricos. Otras leyes también prioritarias son la de soberanía alimentaria y de prohibición de los mortíferos agrotóxicos.
Estas propuestas deben ser ratificadas como la “agenda urgente” del movimiento ambientalista en el marco de la conmemoración del Día de la Tierra este 22 de abril, fecha establecida para recordar que el planeta y sus ecosistemas dan la vida y el sustento a la humanidad.
Es necesario arreciar la lucha ambiental, es una cuestión de sobrevivencia y de posibilidad de darle otras buenas noticias a la Madre Tierra. La prohibición de la minería debe ser un aliciente, una motivación y un “empujón” a todos los esfuerzos por un país menos deteriorado ambientalmente y más sustentable.