Entre éstos destacan algunos “destinatarios” de los fondos donados por Taiwán para los afectados por los terremotos de 2001, que fueron robados por ARENA y utilizados en su campaña electoral de 2004. Rodrigo Ávila y Santos Adelmo Rivas, diputados y candidatos a la reelección por ARENA y GANA, respectivamente, recibieron de esos dineros lavados a través del Centro de Estudios Políticos “Antonio Rodríguez Porth”.
Otros candidatos indignos son los que, siendo funcionarios de gobiernos de ARENA, recibieron sobresueldos pagados con la partida secreta de Casa Presidencial. Los diputados areneros Margarita Escobar y Rodrigo Ávila encabezan la lista de candidatos a la reelección involucrados en esos escandalosos casos de corrupción – cometidos principalmente durante los gobiernos de Francisco Flores y Antonio Saca – investigados por la Sección de Probidad de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
Y entre los candidatos a alcaldes indignos destaca Joel Ramírez, candidato a la reelección en Tacuba, Ahuachapán. Sancionado por el Tribunal de Ética Gubernamental y denunciado por corrupción en la Fiscalía, este edil arenero es un caso ilustrativo de candidatos inmerecidos.
Ramírez también es un perseguidor de activistas comunitarios defensores del agua y en agosto del año pasado fue detenido por conducir ebrio, portando armas y acompañado de supuestos pandilleros. Hace sólo tres días amenazó con procesar penalmente a miembros de una radio comunitaria que trasnmite para las comunidades de Tacuba.
Y otro candidato a alcalde que debería ser inhabilitado es, desde luego, Ernesto Muyshondt. Este aspirante arenero no tuvo escrúpulos para negociar una elección presidencial con cabecillas de maras y hasta pedirles opinión sobre un posible ministro de Seguridad.
En vez de estar próximo a ganar la alcaldía de San Salvador, este visceral político de extrema derecha debería estar condenado por asociaciones y negociaciones ilícitas.
La población honrada, decente y trabajadora no debe votar por estos candidatos indignos.