//Indignación necesaria

Indignación necesaria

Éstos son algunos titulares periodísticos de la semana pasada, la mayoría se refiere a la publicación de la lista de donantes de los partidos políticos.

La primera revela que entre los principales financistas de ARENA están los empresarios oligarcas beneficiados con la privatización de la banca, empezando por el propio Alfredo Cristiani, el presidente que impulsó el fraudulento proceso de desnacionalización de los bancos. Llach, Baldocchi, Bahaia, Dueñas, De Sola, Kriete, Simán, Eserski, Freund, Belismelis, Salume y otras, son – según Transparencia Activa – las familias que sostiene al principal partido de derecha.

En la segunda nota, APS sugiere que el Centro de Estudios Políticos “Antonio Rodríguez Porth” sería la “lavadora de dinero de ARENA”: la supuesta escuela de formación política ha donado 12 millones de dólares al partido oligárquico, dinero de procedencia desconocida. Esto, además de los 10 millones donados por Taiwán desviados para la campaña arenera de 2004.

La tercera nota indica que el 90% del dinero donado por las empresas va a los partidos de derecha, principalmente ARENA. Transparencia Activa muestra que PCN, PDC y GANA también reciben cantidades importantes por defender intereses empresariales en detrimento de los derechos de la gente.

Y la cuarta señala a un grupo de diputados de derecha de integrar un “club de millonarios” en la Asamblea Legislativa. Según El Faro, estos “padres de la patria” tienen patrimonio superior al millón de dólares, han sido señalados por posible enriquecimiento ilícito y once de ellos buscan reelegirse en las elecciones del próximo 4 de marzo.

Estos obscenos legisladores son: Ana Vilma de Escobar, Silvia Astorga, Rodrigo Ávila, Vicente Hernández, Milena Calderón Sol y Carlos Reyes, de ARENA; Francisco Merino, Reynaldo Cardoza y Serafín Orantes, del PCN; Juan Carlos Mendoza, Rigoberto Soto y Guillermo Gallegos, de GANA; y Rodolfo Parker, del PDC.

Ojalá estos hechos despierten la ira ciudadana y la indignación popular necesaria.