Esta semana la Fiscalía informó la acusación contra la pareja de Flor García, desaparecida desde el mes de marzo. Joel Valle, junto a su primo Francisco Valle Quezada, son acusados de la desaparición de la joven. A Valle también se le agregó la acusación por el delito de feminicidio. Organizaciones de mujeres alertan que este caso confirma la gravedad de la situación de violencia contra las mujeres en el país.
Por Red Informativa de ARPAS/Foto: YSUCA
Los restos de la joven Flor García, de 33 años de edad, fueron ubicados en la finca “La Paz”, en el municipio de Cojutepeque según informó la Fiscalía General de la República (FGR), aunque señalaron que la prueba de ADN constatará el hallazgo. El paradero del cuerpo, que estaba enterrado en un botadero de ripio, se logró tras la confesión de sus presuntos agresores.
La semana pasada la FGR informó sobre la captura de Joel Valle, pareja de Flor, y Francisco Quezada, primo del principal sospechoso. A ambos se les acusa por la desaparición de la joven. A Valle también se le imputa el delito de feminicidio, según la fiscal del caso.
Tras la audiencia inicial, que se realizó el 30 de junio, ambos acusados fueron enviados a prisión provisional mientas se realizan las investigaciones. “Este caso va a pasar directo a los juzgados especializados porque en esta audiencia se ha solicitado que se eleve al delito de feminicidio agravado, atribuido específicamente a Joel Valle, ya que se ha logrado establecer los dos momentos de los hechos delictivos”, dijo la Fiscal del caso.
Luego de su captura y la de su primo el pasado 25 de junio, Joel Valle indicó el lugar donde habían dejado el cuerpo de la joven, en la “La Paz” ubicada en el kilómetro 32 de la carretera Panamericana, en la jurisdicción de Cojutepeque.
Flor García, de 33 años, desapareció el 16 de marzo pasado, no portaba teléfono celular y, supuestamente, abordó un bus de transporte colectivo a pesar que tenía vehículo, dijo Joel Valle en su momento.
Justicia para Flor y todas las mujeres violentadas
Organizaciones de mujeres alertan que el caso de Flor García deja en evidencia, una vez más, la gravedad de la situación de violencia hacia las mujeres en el país y reclamaron a las autoridades que se cumpla con lo establecido en la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia hacia las Mujeres (LEIV).
“Esta es una situación que nos debe llamar, no solo a la reflexión, sino el compromiso de identificar qué es lo que nos está pasando como sociedad salvadoreña que está generando constantemente hechos de violencia contra las mujeres, de diferentes edades, que terminan con una muerte violenta”, dijo Ima Guirola de CEMUJER.
Guirola cuestionó que, si bien es importante la actuación de las autoridades en el caso, “ha habido meses, semanas de silencio absoluto de parte de las autoridades, ellos deben actuar con debida diligencia en la investigación”, apuntó.
Por su parte, la Red Salvadoreña de Defensoras exhortó a las autoridades a no “minimizar la violencia de género”, en relación a la cantidad de mujeres víctimas de desaparición que se ha registrado en el país en el último tiempo.
La Asociación Mélida Anaya Montes también condenó el feminicidio de la joven Flor García, exigieron al gobierno “asumir su papel de ser el garante de la seguridad de la población y trabajar en la persecución de los delitos”. Esta organización cuestionó la efectividad del plan “Control Territorial” con el que el Ejecutivo afirma se han reducido los homicidios en el país.
Feminicidio: la máxima expresión de violencia hacia las mujeres
Según la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres (LEIV), que entró en vigencia en el año 2012, la violencia feminicida “es la forma extrema de violencia de género contra las mujeres, producto de la violación de sus derechos humanos, en los ámbitos público y privado, conformada por el conjunto de conductas misóginas que conllevan a la impunidad social o del Estado, pudiendo culminar en feminicidio y en otras formas de muerte violenta de mujeres”.
Según datos del observatorio de violencia de género de la Organización de Mujeres Salvadoreñas (Ormusa), 130 mujeres fueron asesinadas en el 2020. La mayoría de los hechos se cometieron durante la cuarentena domiciliar obligatoria impuesta a causa de la pandemia de COVID-19.
Hasta abril de 2021, según datos del Instituto de Medicina Legal (IML) recogidos por Ormusa, se registraron 59 feminicidios, lo que representa un incremento del 27% (16 crímenes más) en comparación con los mismos meses de 2020.
FEMINICIDIOS-ABRIL-2021
